domingo, 29 de marzo de 2020


Le dimanche des Rameaux célèbre l'entrée triomphale de Jésus-Christ à Jérusalem. Dans la tradition juive, les rameaux de palmier et le mot « Hosanna » évoquent la fête des récoltes, Souccot, mentionnée dans le Lévitique.
Les quatre Évangiles canoniques (Mt 21,1 - 9, Mc 11,1 - 10, Lc 19, 28 - 40, Jean 12, 12 - 15) racontent que, peu avant la fête de la Pâque juive, Jésus décide de faire une entrée solennelle à Jérusalem. Il organise son arrivée en envoyant deux disciples chercher à Bethphagé un ânon (en Matthieu, Jésus précise que l'ânon se trouve avec sa mère l'ânesse, détail qui ne se retrouve pas en Marc et en Luc). Il entre à Jérusalem sur cette monture et se manifeste publiquement comme le messie que les Juifs attendaient. C'est une monture modeste, comme l'avait annoncé le prophète pour montrer le caractère humble et pacifique de son règne.
El domingo de las ramas celebra la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalem. 

En la tradición judía, las ramas de palmera y la palabra "Hosanna" evocan el Día de la cosecha, Souccot, mencionada en el Levítica.

Los cuatro evangelios canónicos (Mt 21,1, Mc 11,1, LC 19, 40, 28, Juan 12, 15, 12) cuentan que, poco antes de la fiesta de la Pascua judía, Jesús decide hacer una entrada solemne a Jerusalén. Organiza su llegada enviando a dos discípulos a buscar a Bethphagé un burro (en Mateo, Jesús precisa que el burro se encuentra con su madre la burra, detalle que no se encuentra en Marc y Luc). Entró a Jerusalén en esta montura y se manifiesta públicamente como el Mesías que los judíos esperaban. Es una montura modesta, como anunció el profeta para mostrar el carácter humilde y pacífico de su reinado.


sábado, 14 de marzo de 2020

El nacimiento de la Virgen o Natividad de María se celebra como una fiesta litúrgica en el santoral católico y en la mayoría de los santorales anglicanos y que se celebra el 8 de septiembre, nueve meses después de la solemnidad de su Inmaculada Concepción celebrada el 8 de diciembre.
Esta fiesta, como la de la Asunción de María, tiene su origen en Jerusalén. C
A diferencia de lo que ocurre con el nacimiento de Juan Bautista, el evangelio no dice nada del nacimiento de Nuestra Señora.
En Jerusalén, en la Iglesia de Santa Ana. La primera fuente de la narración del nacimiento de la Virgen es el apócrifo Protoevangelio de Santiago, que coloca el nacimiento de la Virgen en Jerusalén, en el lugar en que debió existir una basílica en honor a la María Santísima, junto a la piscina probática, según cuentan diversos testimonios entre los años 400 y 600. Después del año 603 el patriarca Sofronio afirma que ése es el lugar donde nació la Virgen. Posteriormente, la arqueología ha confirmado la tradición.

La fiesta de la Natividad de la santísima Virgen surgió en oriente, y con mucha probabilidad en Jerusalén, hacia el s. v. Allí estaba siempre viva la tradición de la casa natalicia de María. La fiesta surgió muy probablemente como dedicación de una iglesia a María, junto a la piscina probática; tradición que se relaciona con el actual santuario de Santa Ana.
¿Por qué el 8 de septiembre?
La fiesta fue fijada el día 8 de septiembre probablemente porque, representando María el papel del comienzo o proemium de la obra de la salvación (cf. la oración de colecta de la misa), era muy oportuno celebrar su nacimiento al principio del año eclesiástico según el Monologium Basilianum. Una narración apócrifa, titulada De ortu Virginis (sobre el nacimiento de la Virgen), ponía la concepción en el seno de santa Ana a primero de mayo, y refería que Nuestra Señora había nacido, a los cuatro meses de gestación.
Existen muchas obras pictóricas dedicadas El nacimiento de María
Esta tradición milenaria convoca a pintores del renacimiento que van desde
El nacimiento de María, obra de Giotto para la capilla de los Scrovegni, h. 1305.
nacimiento de la Virgen es una obra del pintor Bartolomé Esteban Murillo, realizada originalmente en 1660 para la capilla de la Concepción de la Catedral de Santa María de la Sede de Sevilla. Actualmente se encuentra en el Museo del Louvre de París.
Madona y Virgen
CYDT Collection

viernes, 6 de marzo de 2020



La expresión «lo divino» se utiliza de manera variable en distintas confesiones y creencias, e incluso entre diferentes individuos dentro de una misma fe, para referirse a un poder transcendental, o a sus atributos y manifestaciones en el mundo, y aunque puede, no tiene por qué presuponer la existencia de diversos dioses o de un único Dios absoluto.
Esta diferencia entre divinidad y deidad se puede ilustrar haciendo alusión a la visión cosmológica de alguna religión no teísta, como por ejemplo el budismo, donde, mientras la divinidad es entendida principalmente como la ley que gobierna el mundo, de manera infinita y eterna, las deidades (devas) son mortales —aunque su longevidad se mida en millones de años— y no tienen el poder de ir contra esa ley suprema.